domingo, 13 de octubre de 2013

El arquitecto de tu vida

Tú eres el arquitecto de tu vida. Tú eres quien dirige y decide cómo y qué tipo de vida quieres tener. Y lo haces ahora, en este preciso instante, mientras lees estas líneas. Lo hiciste ayer, hace una semana, un año, diez. Y lo harás de aquí a una hora, un día, una semana. Siempre, en cada momento de tu vida tú estás creando el plano de tu diseño de existencia personal.

Tal y como un arquitecto tiene inicialmente una idea del diseño, que la llevará a cabo en una realidad tangible y física a partir de planos, números y herramientas varias, tú realizas el mismo proceso de creación en tu vida que el arquitecto con su idea de construcción. El arquitecto necesita tres variables imprescindibles: la imaginación, la razón y la acción. Tú también. La imaginación es la tecnología interior que le lleva a crear en una dimensión mental una idea de realidad. Posteriormente, esa idea imaginativa tiene que pasar por una serie de etapas hasta finalizar en una realidad palpable y empírica, verdadera ante nuestros sentidos. Ahí interviene la razón. Es ella la que analiza, reflexiona, busca, mecaniza, relaciona y produce el cómo, la forma en que la idea se hará verídica. El arquitecto construye unos planos que muestran con detalle el cómo hay que hacer para que la construcción pretendida en la mente sea una verdad en el mundo. Acto seguido, el arquitecto pone en marcha el funcionamiento de la maquinaria de trabajo, a través de trabajadores diversos, para que en un tiempo definido exista la construcción.
En nuestra monotonía diaria imitamos el mismo proceso que realiza un arquitecto para la creación de construcciones. Imaginamos teniendo una idea de lo que deseamos o tememos (porque para lo negativo también somos creadores y arquitectos), buscamos razonamientos para el cómo puedo hacerlo, conseguirlo o serlo, y finalmente actuamos en dirección a lo que tenemos en nuestras mentes.
Según mi punto de vista, ésta es la verdad. El problema es que la gran mayoría de las personas tienen la creencia, fundamentada por dogmas religiosos mal entendidos o por una dictadura de la ciencia pobre y limitada en explicaciones sobre el funcionamiento del mundo y de nosotros mismos, que la vida ya nos viene dada y tenemos que aceptarla, que no somos nosotros los que intervenimos en su creación, sino que actuamos como meros espectadores de nuestros días. Que pobre visión, ¿no?

Hoy mismo. Hoy. No esperes más. Hoy. Sé primeramente de todo consciente de lo que te ha sucedido en tu vida hasta la lectura de este escrito. Qué ideas tuviste, cómo encontraste el método para hacerlas efectivas y cómo actuaste para su consecución, tantos en los éxitos como en los fracasos. A continuación, coge una hoja y como arquitecto que eres de tu vida imagínate en tu mente a través de ideas la vida que deseas, cómo puedes construirla y qué acciones has de emplear. Si me permites un consejo, no te frenes en el cómo. En muchas ocasiones no sabemos qué hacer para conquistar las metas propuestas. Siente seguridad, tranquilidad, paciencia, confianza en ti mismo, y deja que sea la inteligencia de la vida que te envíe los mensajes oportunos de cómo has de hacer y actuar para que tu deseo ferviente sea real.

Suerte en la construcción de tu vida.

2 comentarios:

  1. No siempre puedes controlar tu vida. Hay cosas que pasan, pasan y punto. Y tu no puedes evitar que pasen. Es mas por mucho que se diga tanto esa frase "Nunca digas nunca" o "Nada es imposible", esto es mentira, hay veces que simplemente no estas hecho para algo, y da igual las veces que lo intentes, nunca lo conseguirás... Es como un niño que intenta encajar en su colegio y no lo consigue, él no tiene el poder para hacer que todos se lleven bien con él, no puede hacer nada, por mucho que desee con todas sus fuerzas tener amigos. Puede que en muchos casos tengas razón y tú eres el que controla tu vida, pero no siempre se puede...

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    1. Comentario muy interesante!!!
      Tienes razón en el sentido que en muchas ocasiones no controlamos nuestras vidas, ya que muchos de nuestros acontecimientos no los esperamos. Desde una óptica racionalista a la hora de ver el mundo y el ser humano te podría decir que es verdad. El hombre no controla las circunstancias. Pero desde una óptica energética e idealista del mundo y el ser humano, ésta concibe que cada pensamiento y sentimiento es una fuente de atracción de personas, circunstancias, acontecimientos, etc. Yo, por mi experiencia personal y profesional, estoy más próximo a este segundo punto. La ciencia más próxima a la espiritualidad ya certifica con investigaciones y hechos empíricos como la intención humana es decisiva en la creación de circunstancias. Te recomiendo que ojees algún libro o sino alguna charla por youtube del científico cuántico y geólogo Gregg Bradem. Son muy ilustrativas sus palabras.
      Lo importante, pienso yo, no es controlar las circunstancias, sino la actitud mental y sentimientos propios que interpretarán esas circunstancias que te afectan, y que tú, como arquitecto/ta de tu vida, has puesto en marcha de una u otra forma a través de tus ideas, sentimientos, razón y acción.
      Gracias por tu aportación, JustSmile!!!

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